Especial Terremotos III: Dear

Mamá hoy puedo decir que lo conseguí. Conseguí todo cuanto soñamos hace 8 años mientras caía el sol balanceándonos en nuestro banco de madera. He de decir, que a todo le di un pequeño toque inesperado, puse color a esos capítulos de mi vida que aun estaban por colorear, un poco de negro serio, blanco puro, y matiz salmón cálido, siempre fueron los tres colores de mi vida.

Y ahora me encuentro aquí, a miles de millas de ti,pero te siento tan cerca...hiciste que mis sueños cobrasen vida, una vida que comienza cada día.

Quise llevarme todo cuanto en mi maleta de recuerdos y planes me cabían, todo de ti. Al fondo de la maleta metí tu filosofía de vida como base firme de lo que comenzaba a adoptar forma de equipaje. Seguidamente, en frascos pequeños, cada olor...tu perfume, el olor a recién pintado, a césped recién cortado, ello me recordaría de donde provengo. Por ultimo, junto a una cajita con fotos tuyas y de papá, mis primeros dientes de leche y mi primer mechón de pelo que corté a lo loco, según abro la maleta...me encuentro conmigo misma. Un espejo, si...¿lo recuerdas? así siempre sabrás quien eres, me decías.
En mis manos, una libreta de cuero marrón viejo con una cuerda atada evitará que olvide cada instante de mi nueva vida lejos de casa.

Todo lo material no pude traerlo conmigo a este lugar tan lejano, tan olvidado. Tampoco necesito nada. Aquí las puestas de sol son muy hermosas, la sabana se rinde a tus pies. Los días son duros, escasos de alegría y humanos. A los niños les cuento todo cuanto las palabras me permiten, y es que recuerdo absolutamente todo, ellos se ríen mucho con mis pequeñas historias.

Mi nueva vida es tan real, que duele siempre, y reconforta al hacer el balance diario antes de apagar la luz de la tienda de campaña. En mi nueva vida hay poca comida, pero miles de abrazos. Las noches son eternas y el silencio embriagador. Sin lujos, sin placeres, sin caprichos...con amor, cariño, solidaridad.Los animales cazan libertad y hacen gala de su instinto salvaje, son libres...como yo mamá, libres...

Por Sandra Medina

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