Pero tantos esclavos voluntarios, han de comer para subsistir al menos, ¿no? De hecho, hasta muchos de ellos están esclavizados a esta, a la comida. Resulta irónico que en una mitad del mundo, la gente muera de hambre y que en la otra mitad, la gente pueda llegar a ser esclava de la comida. Por supuesto que los esclavos necesitan comer al fin y al cavo, pero les hace falta el tiempo para cocinar los alimentos, así que como obviamente una sociedad “civilizada” no opta por el crudismo y ya que no hay tiempo de cocción…el “FAST FOOD” es el líder. Hablamos de la comida del aquí, del ya y del ahora mismo, dosis alimenticias en el momento que las necesites listas para meterlas en tu boca. Esto por un lado, sin decir nada más, ya da mucho que pensar sobre calidad genética. Y así es, añadiéndole además que para tantos “esclavos” se necesita mucha “comida para esclavos”, pues todo solucionado, modificación genética: una súper-producción alimentaria para un súper-consumo instantáneo. Ni que decir tiene que sin ser muy acometidos a la ciencia ficción, estas mutaciones genéticas en los alimentos no tienen ningún beneficio para nuestro organismo. Y repetimos el hecho, de lo irónico y absurdo que parece el hecho de que solo halla dos extremos, morirse de hambre, o morirse por todo lo que has comido.
Referencias: Documental "De la servidumbre moderna"
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