lunes, 28 de diciembre de 2009

Adora a tu "dios" sobre todas las cosas, esclavo.


Pobre de nosotros, esclavos del sistema por la necesidad del acercarnos a nuestro dios. Dólar y Euro, todopoderosos en la Tierra, que tenéis la llave para cerrar nuestras cadenas. Dólar y Euro, he aquí a los dioses de los esclavos de este sistema mercantilista. Y para acceder a ellos o acercarnos, porque estos dioses si que están en la Tierra y se pueden guardar en el bolsillo de cualquier chaqueta, para tenerlos, tienes que trabajar. Trabajar viene siendo algo así como hacer un contrato con una pequeña ( grande) parte del sistema por el cual dedicas la mayor parte de tu vida atendiendo a un sinfín de gestos mecánicos sin hueco a la mínima pizca de creatividad o ingenio, a cambio de una remuneración para que la inviertas en el flujo de este nuestro querido sistema. Es decir, que trabajo es igual a tortura, lo que es igual alineación, lo que a su vez es igual a control. En parte por la competencia con las maquinas, los trabajadores se han terminado por convertirse en eso mismo, en maquinas humanas. Un dicho dice: “Se consigue en occidente, se produce en Asia y se muere en África”



Referencias: Documental "De la servidumbre moderna"

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